Maipú recibió certificado de Transparencia Internacional
Septiembre 23, 2008
Palabras para no olvidar
Septiembre 25, 2008

La DC tiene una habilidad increíble para destruir sus liderazgos

El intelectual y dirigente de la falange asegura que su partido debe definir cuanto antes un aspirante presidencial que, está convencido, es la mejor opción para enfrentar a Sebastián Piñera. También pide al Gobierno más convicción para marcar un proyecto político distintivo y dice que los tecnócratas de Expansiva deben dar explicaciones por sus desaciertos.

Dispara cifras y cita a autores, principalmente economistas, sin asomo alguno de soberbia intelectual. Al revés, admite que está “pagando el peaje” y que está profundizando sus estudios de economía, porque es imprescindible para el debate de ideas y para la política. “Es lo que se usa ahora”, dice Sergio Micco, abogado, máster en Ciencias Políticas y candidato a doctor en Filosofía.

Es vicepresidente de la Democracia Cristiana y dirige el Centro de Estudios para el Desarrollo (CED), donde ya han comenzado como en los otros centros de pensamiento concertacionistas los seminarios que servirán de base para elaborar el nuevo programa que la coalición gobernante presentará en su campaña del próximo año.

Sin ambigüedades, dice que el pacto que permitió la transición a la democracia y estos 18 años de Gobierno “ya está agotado”, y cree que la Concertación debe ir a un nuevo acuerdo fundacional. Micco no es “políticamente correcto” y sabe que sus ideas y opiniones a veces incomodan.

-¿Qué tan grande es el riesgo de que la Concertación pierda el Gobierno?

-Michelle Bachelet será recordada por ser la primera mujer Presidenta también por la reforma previsional. Pero asimismo puede pasar a la historia como la mujer que le entregó la banda presidencial a Sebastián Piñera. Hay que preguntarle a la gente de este Gobierno si está dispuesta a pagar ese costo. Si seguimos así lo vamos a entregar, hay una responsabilidad del Gobierno en esto. Le pido no sólo que ponga más orden, sino mucha más convicción para marcar, el próximo año y medio, un proyecto que es distinto a la derecha. Hay que levantar una nueva plataforma programática.

-¿Falta liderazgo político?

-Falta de parte del Gobierno una agenda clara para lo que resta de su período. Eduardo Frei Ruiz-Tagle tomó una decisión al final de su Gobierno: que él no le entregaría la banda presidencial a la derecha, y se la jugó, con todas sus diferencias, por Ricardo Lagos. Ahora estamos muertos de miedo. Es legítimo, en un régimen presidencial, que se diga que para seguir con las políticas públicas hay que tomar este camino y no otro; eso no es intervencionismo electoral. Hay un tremendo complejo para manejar la agenda pública.

-¿La Concertación llegará a la presidencial con un candidato único?

-Claramente queremos un candidato único y que sea de la DC. Candidato único porque la experiencia de las dos listas de concejales no sé cuál será su rendimiento electoral agudizó la crisis de gobernabilidad y de convivencia dentro de la Concertación. Generó una amenaza vital entre nosotros. Cuando tenemos un programa único, una lista parlamentaria y eso es conducido por DC, tal como sucedió con Patricio Aylwin y Eduardo Frei, sacamos más del 50% de los votos, porque penetramos mejor en el electorado de centro y centro-derecha. Tuvimos un desgaste terrible con la salida de un grupo de la DC hace unos meses, con la presión, además, de fuerzas internacionales que piden que la DC se salga de esta coalición. Cuando la DC era más fuerte hicimos un pacto por omisión para que candidatos PS y PPD no tuvieran competencia. Creo que ahora debemos hacer un pacto como el de 1989, que sea refundacional.

-¿El cronograma de la DC encaja bien con los tiempos políticos para elegir un candidato?

-Lamentablemente, la DC tiene una habilidad increíble para destruir sus liderazgos y autodestruirse como organización. No hay que culpar a los socios de la Concertación. Apenas pasen las municipales, la DC tiene que definir su liderazgo presidencial, porque no podemos seguir así. Soledad Alvear es la presidenta de la DC, pero en los hechos tiene un contradictor público en todo, que se llama Eduardo Frei. Hubo gente que dijo que esto debíamos resolverlo antes de la municipal, y no lo hicimos para no entorpecer la gestión de la Presidenta Bachelet. Pero ahora debemos definir esto lo más pronto posible y luego ver con nuestros socios qué resuelven ellos. Y creo que este proceso requiere ser encabezado por un DC, porque tiene mejores posibilidades de ganar a la derecha, más que un candidato de la izquierda.

-A casi 20 años del plebiscito, ¿la Concertación tiene un nuevo proyecto que ofrecer?

-La Concertación hace 20 años conquistó la libertad y eso significó el respeto a los derechos, paz social, crecimiento económico como nunca antes en la historia y estabilidad política. Pero está pendiente la igualdad, Chile está entre los diez países más desiguales del mundo. Pero sigue habiendo un proyecto republicano y democrático.

-¿Por qué no han podido avanzar más en reducir la desigualdad?

-Al terminar con Pinochet teníamos un promedio de distribución del ingreso de 18,5 veces entre el 20% más rico y el 20% más pobre. Al finalizar el Gobierno de Lagos esa brecha era de 14,8 veces. Chile es más igual si lo comparamos con el período de la dictadura; pero si lo comparamos con los gobiernos de Allende y Frei Montalva, estamos más atrás o casi igual que en 1970.

-¿Por qué paso eso?

-Porque tenemos una transición pactada, donde el 43% votó por Pinochet y la derecha nunca ha bajado del 40%. Una transición pactada donde los grandes grupos económicos controlan parte importante de la economía. Además, en el contexto post Muro de Berlín, donde los sueños de sociedades más igualitarias han sufrido golpes duros y Estados Unidos gobierna el mundo. Esos son condicionantes estructurales. Pero también hay un condicionamiento ideológico. Hemos hecho un Gobierno extraordinariamente marcado por la lógica de la economía abierta de mercado en la interpretación más liberal. Esto, que también se da en este Gobierno de la Presidenta Bachelet, ya no da para más.

-¿Cómo cambiaría eso en un nuevo Gobierno de la Concertación?

-Hay que avanzar en el marco de la economía de mercado en la sustentabilidad social; es decir, que los beneficios del crecimiento lleguen a todos los chilenos. Hacia la sustentabilidad ecológica y también hacia la sustentabilidad científico-tecnológica, que permita agregar valor al capital humano. Estos son tres desafíos que deberá abordar la Concertación en su nueva etapa. Hemos pasado de un modelo autoritario en lo político y excluyente en lo social a uno democrático y más incluyente, pero hay que superar esta matriz económica liberal. Ese es el nuevo desafío.

-¿Qué mecanismos propone para mejorar la distribución?

-Estados Unidos tiene más de 30% de su fuerza laboral sindicalizada, según el economista Paul Krugman. En Chile apenas bordea el 10%. Y este economista plantea que para crecer más hay que aumentar la sindicalización. Krugman también describe cómo los gobiernos republicanos bajaron los impuestos y desfinanciaron al país. Él postula que para tener mejor salud, educación, inversión en tecnología, etcétera, hay que subir los impuestos al 1% de la población extremadamente rica. La estructura tributaria chilena es insostenible. No podremos invertir más para mejorar la educación, subir los subsidios habitacionales e invertir en salud sin meter mano a los impuestos. Hoy, Chile tiene el mismo ingreso per cápita de EEUU en 1950, pero tenía una estructura tributaria de 23 puntos del PIB. Acá estamos en 17 puntos. Podríamos aumentar tres o cuatro puntos más, para las políticas sociales, sin salir una coma del modelo capitalista. Yo pido que seamos capitalistas como Estados Unidos. Chile, entre los países más capitalistas del mundo, está en el lugar 75 de 80 en impuestos de utilidades a las empresas. Creo que los grandes empresarios pueden hacer un esfuerzo. Más aún, la estructura impositiva chilena se sustenta en impuestos indirectos, donde el obrero paga por el pan el mismo IVA que paga el más rico. En EEUU los impuestos son más directos.

-¿Cree que esto entrará en el debate para la elaboración del programa para la campaña presidencial?

-La DC hizo un congreso con 1.800 personas. Dijimos, entre otras cosas, que si queremos mejor educación hay que elevar el presupuesto de cuatro a ocho puntos del PIB, como en los países desarrollados. También hay que subir el aporte a la salud, porque nuestra población está envejeciendo. Por otra parte, hay que aumentar del 0,7 al 3% del PIB el destino de recursos para innovación tecnológica, porque las empresas invierten muy poco. La DC, asimismo, plantea elaborar una nueva Constitución e ir a un régimen semipresidencial. El pacto de la transición de 1989 ya se agotó.

-¿Cómo es eso?

-Con lo que ocurrió con el Transantiago, y en la economía desde 1998, la elite transversal que ha gobernado debe darse cuenta que ese pacto está agotado. Hay un centro de estudios que se dijo que era el quinto partido de la Concertación cuando asumió el Gobierno de Bachelet.

-Expansiva.

-No lo voy a mencionar. Ese centro acaba de hacer un encuentro. ¿Qué autocrítica se hace de lo que sucedió en Obras Públicas, que era un hombre de ellos? ¿Qué pasó en Minería, qué pasó en el BancoEstado con el Transantiago, qué sucede en Hacienda? Toda gente de ellos. ¿Chile ha crecido más? Esa es la evidencia fundada en hechos. Lo que exijo de ellos es una profunda autocrítica y que no me vengan a hablar del Chile de 20 años más, porque ellos primero tienen que dar una explicación de qué pasó, si ellos se proclamaron el quinto partido de la Concertación. Creo que las ideas sí importan; ellos están atados a un paradigma liberal que en el mundo se cae a pedazos. Ni siquiera son capaces de imitar lo que hacen los estadounidenses; mira lo que hace Bush ante la crisis, interviene brutalmente y sale al salvataje de las instituciones financieras. Y nosotros tenemos que dar explicaciones porque, hasta tardíamente, salimos a intervenir el dólar. La ideología liberal se cae a pedazos y se resiste a morir. No creo en un modelo de desarrollo con un Estado como el que tenemos ahora, y además necesitamos una sociedad civil más fuerte. El Banco Central no sólo debe dedicarse a controlar la inflación, sino también preocuparse del empleo y el crecimiento, y sus directivos deben rendir cuentas. Eso deberá estar en el nuevo programa de Gobierno. //LND

Libio Pérez
La Nación Domingo
Septiembre 14, 2008.

http://www.lnd.cl/prontus_noticias_v2/site/artic/20080913/pags/20080913222516.html