Tres visiones sobre el Sistema de Áreas Protegidas en Chile:
Noviembre 17, 2009
“Se deben conjugar múltiples factores para que un joven opte por la vida delictual”
Noviembre 25, 2009

“Con la nueva Institucionalidad se “empareja la cancha” entre Medio Ambiente y los demás sectores”

La Ministra Presidente de la Comisión Nacional del Medio Ambiente, Ana Lya Uriarte, participó como expositora en el encuentro mensual del Diálogo Público Privado del CED. A dos días de que el Congreso Nacional aprobara de manera definitiva el proyecto de ley que crea el Ministerio del Medio Ambiente, la Superintendencia Ambiental y el Servicio de Evaluación Ambiental, el tema abordado no podía ser otro que la “Nueva institucionalidad Ambiental”.

Uriarte comenzó recordando cuál fue el contexto en el que se proponen estas reformas, destacando que la presidenta Bachelet, ya desde su campaña y en su programa de gobierno, asumió el compromiso del rediseño de la institucionalidad ambiental. En marzo del año 2006 anuncia entre las 100 primeras medidas de su mandato la elaboración de un proyecto de ley que creará un Ministerio del Medio Ambiente, el cargo de Ministro de esta cartera y la superintendencia ambiental.

La Ministra recordó que en ese momento muchos pensaron que sería imposible formar un nuevo ministerio que le restara competencia a los otros 13 que formaban el Consejo Directivo de Ministros de la CONAMA. Sin embargo, gracias al trabajo y voluntad política de todos los actores comprometidos, partiendo por la propia Presidenta, se alcanzó el consenso necesario.

Así, en junio del 2008 ingresó a tramitación el proyecto de ley que crea el Ministerio de Medio Ambiente, el Servicio de Evaluación Ambiental y la Superintendencia de Fiscalización Ambiental. Lo que pretendía este modelo era ordenar la gestión en materia ambiental, generando una política y regulación en esta materia. De esta forma, el proyecto contempló la creación de un Servicio de Evaluación Ambiental: el que, orientado hacia la profesionalización de sus acciones, tiene como objetivo hacer que las decisiones estén libres de suspicacias, descartando toda posibilidad de lobby y presiones. También se planteó la necesidad de formar un Servicio de Áreas Protegidas y Biodiversidad, el que, según lo establecido en el artículo 8º transitorio, deberá ingresar como proyecto en el plazo de un año.

La nueva Ley también considera una Superintendencia, encargada de la fiscalización ambiental, la que debe corregir los problemas surgidos desde la dispersión de instituciones encargadas de ella, las que, sin criterios comunes, sancionan diversos temas ambientales. Esta Superintendencia además cuenta con importantes sanciones disuasivas pero también con la capacidad de gestionar planes de prevención y descontaminación. La nueva legislación incorpora, además, un nuevo instrumento de gestión ambiental denominado Evaluación Ambiental Estratégica, con el objeto de evaluar las políticas sectoriales que inciden el ambiente y en la sustentabilidad.

Como se hace evidente, el proyecto aspiraba a poner orden en la gestión ambiental.

Por otra parte, y como fruto de la discusión en la Cámara de Diputados, se acordó crear un Consejo de Ministros para la Sustentabilidad, formado por los personeros que por transversalidad tengan injerencia en las materias ambientales, pero sin facultades de dirección sobre el Ministerio del Medioambiente. Es decir, éste se concibió como un espacio institucionalizado de diálogo sectorial para discutir las normativas ambientales del país, con una clara orientación hacia la generación de debate sobre el desarrollo sustentable de Chile, apartando de él las reclamaciones sobre resoluciones de evaluación ambiental. Con ello, se consiguió que hoy todos los temas ambientales se desarrollen y trabajen en este espacio de diálogo, en el que todos sus miembros posean igualdad jerárquica, “emparejando a cancha”.

Extendiendo la conversación hacia otros temas, durante su exposición la Ministra también recordó a la audiencia los avances concretos que en materia ambiental ha dado nuestro país y el reconocimiento internacional que ha recibido por ellos.

Por ejemplo, explicó cómo pese a que el Protocolo de Tokio no obliga al país a medir sus emisiones de gases de efecto invernadero, Chile ya realizó la primera de estas evaluaciones el año 2000, la que arrojó un resultado de 0.2 % de emisiones que aportan a este fenómeno y se prepara para entregar los resultados de la segunda medición que, según la autoridad, no sobrepasará el 0.5%.

Por estas manifestaciones concretas de seriedad, Chile es considerado en la discusión sobre cambio climático. En este punto evocó la intervención de la Presidenta Bachelet el año 2007 ante la Asamblea General de la ONU, en la que señaló que a Chile le parece una causa ética la lucha contra el cambio climático y agregó que “es necesario que los países en desarrollo emprendan acciones adicionales de reducción de emisiones, en el marco de un esfuerzo global” y sancionó que los líderes del Primer Mundo deben asumir mayores compromisos de mitigación, adaptación, transferencia tecnológica y financiamiento para apoyar este trabajo.

De esta forma, se instaló el aporte chileno a la discusión de los temas medioambientales y de sustentabilidad, tanto así que la Ministra para Clima y Energía de Dinamarca, Connie Hedegaard, invita a 32 países a participar de la Conferencia sobre Cambio Climático de Copenhague y, entre ellos, a Chile, al que pese a ser un país en vías de desarrollo, se le reconoce su aporte a la discusión.

Compromiso que se ha demostrado con el esfuerzo realizado para lograr que hoy el 5% de la energía requerida por nuestro país provenga de fuentes rentables; así como también por la decisión a nivel de políticas públicas que ha permitido aumentar, de $50 millones el año 2007, a US$400 millones hoy, destinados a proyectos de eficiencia energética. Además, Uriarte recordó que el año 2008, en Potsdam, Chile ya fue reconocido por contar con un Plan Nacional de Acción para enfrentar el cambio climático de manera intersectorial.

Todas estas acciones, han sido valoradas y medidas como un gran aporte en la lucha contra este fenómeno y han avalado el compromiso definitivo que como país se tiene con este tema.

Así, Chile, con esta nueva institucionalidad ambiental y su compromiso con la comunidad nacional y mundial por promover el cuidado del medio ambiente, está dando un paso importantísimo para mejorar la calidad de vida de todos sus habitantes.

Al finalizar su exposición y junto con agradecer a los asistentes su interés en el tema, la Ministra Ana Lya Uriarte respondió gran cantidad de inquietudes que abordaron materias tan variadas como las dificultades de la tramitación de la Ley y los desafíos pendientes o el problema de la fiscalización y también cómo se verán afectados los proyectos de inversión con esta nueva organización. Pero estas intervenciones tuvieron un elemento común, las felicitaciones por el profesionalismo, determinación y energía con que el equipo de la CONAMA, encabezado por su Ministra, asumió la difícil labor de rediseñar la institucionalidad ambiental.