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CED retoma Ciclo de Charlas con diálogo sobre Proceso Constituyente

El martes 14 de enero se dio inicio al Ciclo de Charlas “Democracia y Políticas Públicas” versión 2020. Este Ciclo tiene como objetivo promover y contribuir al diálogo y deliberación de distintas generaciones, culturas políticas y actores de la sociedad civil en el marco del fortalecimiento de nuestra institucionalidad democrática y la sustentabilidad de nuestras políticas públicas.

En este contexto, el Centro de Estudios del Desarrollo convocó al taller “Desafíos del Proceso Constituyente”. Allí la socióloga y Representante Residente Asistente del Programa de Naciones Unidas (PNUD) en Chile, Marcela Ríos, comentó algunos datos que se pueden encontrar en el informe “Mecanismos de cambio constitucional en el mundo” publicado en 2015. Link de acceso: https://www.cl.undp.org/content/chile/es/home/library/democratic_governance/mecanismos-de-cambio-constitucional-en-el-mundo.html.

 

La investigadora recalcó que es importante alejarse de los imaginarios extremos y simplistas creyendo que hay sólo una forma de cambiar la Constitución. Hay tres grandes mecanismos: vía Congreso; Comisión de expertos; y Asamblea Constituyente (AC). El promedio de las AC es de 14 meses. El promedio de número de delegados constituyentes de 200 personas. En Islandia  fueron 25, en India 400. Hasta hace algunas décadas las comisiones de expertos eran legítimas mas hoy en día no puede existir órgano constituyente sin participación ciudadana.


Los estudios muestran que los países cambian su “Carta Magna” en tiempo de crisis. El éxito de un proceso constituyente, por lo tanto, debiera medirse en la medida en que se redacta la nueva Constitución, se aprueba por mayoría y se aplica. Para ello hay desafíos en torno a la legitimidad del proceso cosntituyente tanto en las elites como en la ciudadanía y la reducción de desigualdad en la participación política. Ríos propuso la necesidad de llegar a algunos acuerdos previos a la convención constituyente (Descentralización, Rol del Estado, por ejemplo).

 

Por su parte el abogado, magíster en derecho constitucional y Director Ejecutivo del Instituto de Estudios de la Sociedad (IES) señaló que es importante tener otras miradas (sociología, filosofía, etc) frente al tema constitucional. Para el abogado es una caricatura decir que esta es la Constitución de Pinochet pues la Constitución actual es más que eso. Existió un plebiscito el ’89 del cual pocos se acuerdan, con una ratificación mayoritaria del paquete de reformas. El 2005 con Ricardo Lagos se aprobó otra reforma constitucional. Por tanto, lo que hoy hay, por sobre todas las cosas, es una deslegimitidad y desapego con la transición. Es la transición lo que nunca se legitimó. Ese sería nuestro problema actual, más que el procedimiento para cambiar la Constitución.


Sobre el futuro, Alvarado destacó que es importante mencionar ideas en torno a cómo se debiera concebir la nueva Constitucion, y en ese caso la propuesta de considerarla como la “La Casa de Todos” le parece acertada. También considera pertinente recordar que existe el disenso político, y aunque suene impopular, no sería malo disminuir el interés que hay por los derechos fundamentales (sobre todo cuando se postulan desde una mirada individualista). En este aspecto el abogado prefiere ser minimalista y no “aferrarse” a catálogo extenso de derechos. Para ello plantea importante comenzar a discutir sobre la orgánica constitucional (tipo de régimen, poderes del Estado, etc), el sistema electoral, entre otros temas. Sobre la “Hoja en Blanco” llamó a aclarar qué significa pues cada especialista entiende por ella cosas distintas.

Por último, el abogado y docente de la Universidad del Desarrollo, Martín Canessa proyectó el proceso constituyente como un debate ciudadano en que los especialistas no deben ser los protagonistas sino que acompañar y hacer recomendaciones evitando los excesos de tecnificación.

En su presentación destacó que la crisis institucional de la democracia llevó a que las demandas que no habían sido escuchadas se pudieran conversar y discutir a través de cabildos y los distintos tipos de encuentro que se han realizado en los últimos meses. Además, el proceso constituyente da esperanza: Hay voluntad de escucha y diálogo. También la violencia no ha escalado después del acuerdo constitucional del 15 de noviembre.

El abogado explicó que la Constitución es un pacto político de la ciudadanía que tiene tres principios base: limita el poder, explicita los derechos fundamentales, y permite el ejercicio democrático del pueblo. La Constitución actual enfatiza en los dos primeros aspectos (siendo los derechos solo vistos desde una mirada liberal y no desde los derechos sociales). En este sentido cree que el derecho a la vivienda es una ausencia importante en la Carta Magna de 1980. Por último, la democracia es entendida sólo como elecciones sin mecanismos de democracia directa.

Canessa, asimismo, afirmó que esta Constitución no nos ayuda a superar el tema de la legitimidad. Por ello, el proceso constituyente debe tener mecanismos de participación ciudadan en que la gente pueda participar, no sólo a través de plebiscitos.