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Los «ninguno» como problema de todos

Por Mauricio Jélvez

Los resultados de las encuestas políticas sirven para hacer interpretaciones —ya sea a través de resquicios burdos o análisis más sofisticados— que nos permiten allegar agua a nuestro molino. La reciente encuesta CEP no fue la excepción: la oposición celebró que el 41% desaprobara la forma como la Presidenta Bachelet está conduciendo su gobierno, mientras la Concertación destacó que el 52% desaprobara la forma como la oposición desarrolla su labor…. El típico caso de “mal de muchos, consuelo de tontos”.

Llama la atención la ceguera cognitiva que nos impide observar aquellos datos que representan una pérdida para todos. Cuando el 45% de los chilenos y chilenas manifiesta no sentirse identificado o simpatizar con ninguna tendencia política, cifra que llega al 50% si se le suma los No Sabe o No Responde, estamos frente a un cuadro de desafección o desinterés por la política que nada bueno trae a Chile.

La literatura experta y la empiria comparada es concluyente para establecer la importancia de las instituciones políticas. Douglass North, Premio Nobel de Economía, señala que la configuración de las instituciones de una sociedad es lo que permite la resolución efectiva de los problemas colectivos, de modo que se pueda experimentar un desarrollo económico y social sostenido, en un contexto de libertades básicas, garantías constitucionales y derechos humanos garantizados.

Cuando se pierde la confianza en los partidos o sus conglomerados, cosa que ocurre con la alta desaprobación que reciben la Concertación (42%) y la Alianza por Chile (46%), estamos pavimentando el camino para arreglos al margen del sistema político y, por tanto, poco democráticos. El debilitamiento de nuestras instituciones conlleva el riesgo de la emergencia del populismo o su reemplazo por los poderes fácticos, lo que es grave en Chile, dada la excesiva concentración económica.

Necesitamos que vuelva la cordura a la derecha y la responsabilidad y el sentido de comunidad en la Concertación, y construir un nuevo pacto político y social que defina una nueva estrategia para pasar hacia una fase más avanzada del desarrollo, que atienda al desafío de la competitividad, la innovación y la equidad.
Pero, por sobre todo, necesitamos escuchar al 81% de chilenos y chilenas que nos dicen que para resolver los problemas que enfrenta Chile, el gobierno y la oposición deberían trabajar juntos. ¡Ah! esta pregunta es parte de la misma encuesta.