Seminario Rol y Fortalecimiento de los Partidos Políticos
Marzo 22, 2022
Algunas preguntas sobre Dignidad Humana en la nueva Constitución
Marzo 22, 2022

Seminario Rol y Fortalecimiento de los Partidos Políticos

Tras el rechazo a la norma que proponía la existencia de movimientos político-sociales como forma de organización política similar a los partidos, la Convención Constituyente continúa la deliberación en la Comisión de Sistema Político para lograr algún acuerdo en esta materia. 

En el seminario sobre fortalecimiento y rol de los partidos políticos, realizado el 15 de marzo de forma híbrida; es decir, con participación presencial (previa inscripción) y transmisión en vivo, a través de nuestro canal de YouTube, contó con los panelistas Sergio Verdugo, director del Centro de Justicia Constitucional de la Universidad del Desarrollo; Laura Mancilla, Associate Programme Officer de International Idea; y Octavio Avendaño, Académico del Departamento de Sociología de la Universidad de Chile. 

En la instancia se abordó la crisis de las instituciones políticas, que deja en evidencia el desprestigio y falta de legitimidad por la que pasan hoy, por ejemplo, los partidos políticos en nuestro país. 

Frente a ello, nuestro director ejecutivo, Claudio Pérez, comentó que “sin perjuicio de esa pérdida de legitimidad de los partidos, desde el CED creemos firmemente que son fundamentales para la democracia y también lo son para los sistemas políticos”, agregando que es “necesaria su modernización”

En esa misma línea, el representante en Chile de la Fundación Konrad Adenauer, Andreas Klein, habló del proceso político que vive nuestro país y explicó que “la promoción de los partidos políticos juega un rol importante en nuestro trabajo internacional como fundación”

A la fecha, la Convención Constitucional continúa deliberando en las distintas comisiones. Una de ellas es la de sistema político, en la que se ha discutido sobre la existencia de movimientos político-sociales como forma de organización política similar a los partidos. En ese sentido, Sergio Verdugo, director ejecutivo del Centro de Justicia Constitucional de la Universidad del Desarrollo (UDD), explicó que “los movimientos sociales y los partidos van a quedar sujetos a reglas parecidas para estar en el congreso y van a ser sometidos a un estatuto común”. 

Verdugo plantea que “los fundamentos de la propuesta -y las consecuencias que la misma pueda generar- arriesgan a debilitar no solo a un sistema de partidos que ya se han debilitado muchísimo, sino que también a contribuir a validar un discurso político que puede volverse peligroso”, entendiendo que “tenemos un sistema de partidos que se está debilitando y la democracia requiere un sistema de partidos fuerte que se revitalice”. 

De esta manera, el abogado explica que existen tres maneras de regular cuando se trata de asimilar a los partidos políticos con los movimientos sociales. En primer lugar, “que se bajen las condiciones para constituir y mantener a los partidos políticos para adaptarlos a la flexibilidad que requieren los movimientos sociales. Esto puede significar un costo importante en términos de representatividad y transparencia”. 

En segundo lugar, “que se suban las condiciones para constituir y mantener movimientos sociales que tengan incidencia política. Esto le puede quitar dinamismo y espontaneidad a la creación y desarrollo de estos movimientos”.

Y por último, “que se mantengan las condiciones actuales, en términos de constituir y mantener movimientos y partidos, pero que se le asignen a ambos derechos de los que hoy carecen, por ejemplo, que los movimientos sociales puedan presentar listas propias en elecciones parlamentarias. Esto tiene un impacto en términos de representatividad, financiamiento, accountability y transparencia”.

Opciones, que según argumenta el expositor, no son viables por no tener fundamentos democráticos. En ese sentido, plantea como solución tener un estatuto separado en ambos tipos de organización. “Un estatuto que reconozca su naturaleza y la mejor versión posible de la función que ellos puedan aportar a la democracia; mantener claros los fines de ambos, los estatutos a los que deben someterse y la regulación que ellos requieren”, complementa. 

Por su parte, Octavio Avendaño, académico del departamento de Sociología de la Universidad de Chile, explica que “nos encontramos en un momento bastante crítico para la condición y proyección de los partidos en la actualidad, a pesar de que nuestro país no ha vivido situaciones de colapso del sistema de partidos”, añadiendo que esta crisis afecta a todo el sistema de partidos por igual, sin hacer distinción entre partidos tradicionales o partidos emergentes. 

Esta situación, según comenta Avendaño, solo es comparable con lo que se vivió en nuestro país a principios de los años 50 en el gobierno de Carlos Ibáñez del Campo, con la fragmentación y descrédito de los partidos.

Pero, ¿cuándo comienza este “estado crítico” de los partidos?

El sociólogo lo reconoce en distintas dimensiones, una de ellas es la “identificación”, poniendo como ejemplo que en el retorno a la democracia, el 80% de la población en edad de sufragar se identificaba con los partidos, mientras que hacia fines de los ‘90, los niveles de identificación sobrepasaban levemente el 50%. En la actualidad esta cifra alcanzaría solo un 16%, según comenta el académico de la Universidad de Chile.

Otra dimensión es la “fragmentación”. Y lo ejemplifica así: “nos encontramos en una situación muy parecida a la que existía en el año 1953, en la elección parlamentaria que sucede a la elección presidencial de 1952, que alcanzó un nivel inédito en nuestro país”. 

Y por último, reconoce -desde el punto de vista organizativo y en términos de representación- la “desnacionalización”. “Por primera vez encontramos que ningún partido logra tener presencia a nivel nacional, o al menos presencia en todas las provincias o circunscripciones electorales del país”, comenta en la instancia. 

En tanto, Laura Mancilla, Associate Programme Officer de International Idea, habla de los sistemas programáticos. 

La expositora explica la responsabilidad que tienen los partidos en el funcionamiento de los sistemas políticos y de partidos, aclarando que “no se va a mejorar el funcionamiento de los sistemas políticos, a través de esfuerzos aislados e individuales de ciertos partidos. Lo que implica -y dado que estamos en una discusión constitucional- un pacto social”.

Pero no solo eso. Mancilla comenta la importancia de “un sistema de rendición de cuenta con los ciudadanos, que se den sobre la base de vínculos programáticos”.

Y explica que esto permite tener una “mejor aproximación al ideal de representación política en las democracias representativas”. Además, plantea que “está muy relacionado con la función representativa en dos sentidos: primero, esta vinculación programática exige la capacidad de los partidos políticos de ser sensibles a los electores, es decir, que sean ‘responsivos’ y que den respuestas a los intereses de la ciudadanía”. 

Segundo, “la noción de representación por rendición de cuentas que se refiere a la evaluación que hacen los ciudadanos respecto de los desempeños de los partidos cuando tienen el poder, pero no solo cuando tienen el poder”. 

En esa misma línea, Mancilla responde a la relación programática entre los ciudadanos y partidos, argumentando que “facilita la rendición de cuentas”, lo que “mejora la democracia, la calidad de la democracia, porque da mayor coherencia y predictibilidad a lo que van a ser los partidos una vez que estén formulando políticas públicas”, cierra. 

Puedes ver el video de las presentaciones aquí.