Nuestro Director Ejecutivo premió a “buenos pasajeros”
Octubre 1, 2009
Chile actuó con seriedad en el complejo escenario energético; sacó lecciones y tomó el control de su futuro.
Octubre 9, 2009

El “Movimiento Pingüino” fue único en la historia y produjo un cambio profundo en Educación

Se cumplieron dos años del “Movimiento Pingüino”. Con él se derogó la LOCE y se profundizó la reforma educacional que se venía desarrollando en democracia.

Con el propósito de reflexionar sobre este importante tema país y hacer un balance de lo logrado y desafíos futuros, el pasado 2 de octubre, se realizó una jornada de análisis y conversación, en la que Pedro Montt, del Ministerio de Educación y Francisco Jiménez, representante de los secundarios en el Consejo Asesor Presidencial, expusieron su visión y compartieron experiencias y proyecciones con los asistentes al encuentro.

La reunión se inició con una introducción a cargo de Sergio Micco, quien contextualizó el tema a abordar. Realizó una reseña sobre este movimiento estudiantil, recordando que las demandas que los convocaron inicialmente (gratuidad de la PSU y el pase escolar y falencias de la Jornada escolar completa), fueron evolucionando hacia demandas gremiales y, de éstas, a estructurales, las que tuvieron una influencia clave en la elaboración de las políticas públicas que se adoptaron posteriormente.

Por su parte, Francisco Jiménez, aclaró que los objetivos iniciales fueron los elementos que permitieron la coordinación y cohesión del movimiento, pero que tras ellos, siempre estuvo el objetivo central de acabar con la LOCE y, con ello, con el lucro en educación; con la selección de ingreso a los postulantes a establecimientos emblemáticos y con la municipalización de la Educación. Temas todos que eran motivos de enorme descontento y gatilladores de la movilización.

Pese a reconocer que muchas de las metas que se señalaron inicialmente no fueron alcanzadas, sí destacó que el “Movimiento Pingüino” dio paso a un acercamiento entre el Ministerio del ramo y los estudiantes, lo que permitió que se reconocieran las falencias de la LOCE y que culminó con el aviso presidencial de la profundización de la reforma educacional que, como elemento central, tuvo la derogación de esta ley vigente hasta entonces.

Pedro Montt, como experto del Ministerio de Educación y uno de los personajes claves en este proceso, desarrolló un análisis profundo y detallado de la historia y evolución de la Educación en nuestro país, pasando desde los años en los que la educación era concebida como una forma de civilizar al pueblo y de mantener una “desigualdad soportable” que permitiera la cohesión social, como también por los tiempos en los que se consolida el proyecto progresista en el Gobierno de Pedro Aguirre Cerda, proyecto que continuará fortaleciéndose con la administración de Frei Montalva, durante la cual se produjo una gran transformación que permitió asegurar 8 años de escolaridad; importantes inversiones en infraestructura y aplicación de innovaciones en el área de las ciencias de la educación.

Todo este proceso se vio interrumpido y, durante los años de dictadura, el énfasis en materia de educación fue puesto en su gestión, abandonando lo pedagógico y curricular.

Montt destacó que con el retorno a la democracia se recompusieron las relaciones sociales y se construyó un nuevo proyecto educativo, el que recuperó el foco en lo pedagógico; amplió a 12 años la escolaridad y derrotó la exclusión del sistema.

Señaló también que, con el gobierno de Bachelet, recién después de 200 años de vida independiente, en Chile se resolvió el tema de acceso a la educación y fue didáctico al demostrarlo con el siguiente ejemplo: Mientras los abuelos tuvieron en promedio 4 años de escolaridad, los padres alcanzaron a 7; los adolescentes llegarán a 12 y los niños pueden optar a 15.

100x100pPero es precisamente en este Gobierno que se produjo el Movimiento Pingüino que, para Montt, fue un movimiento irrepetible en la historia. El especialista reconoció que hubo varios elementos que lo favorecieron. En primer lugar, se produjo con un gobierno recién asumido, que se encontraba en marcha blanca; además, contó con liderazgos visibles y carismáticos y, también, tuvo la capacidad de instalar una agenda de demandas larga y otra corta.

¿Qué se logró? Lo más destacable fue haber alcanzado un acuerdo en el que todos ganaron y que convocó desde el ala conservadora a la progresista y que permitió reinstalar la senda del proyecto de Educación Nacional.

Cabe destacar, para ejemplificar los alcances del movimiento, que los temas de la agenda corta fueron atendidos en su totalidad. Así, la gratuidad en la PSU, que beneficiaba a 22 mil alumnos, se amplió a 250 mil estudiantes; se consiguió el pase escolar gratuito para uso durante los siete días de la semana; en cuanto a la Jornada Escolar Completa, se han realizado inversiones del orden de los 100 millones al año; también la alimentación escolar, que alcanzaba a 1, 4 millones de raciones , se incrementó a 2,3 millones y las becas para la educación técnica, que eran casi nulas, hoy benefician a 60 mil estudiantes en su etapa de práctica profesional.

Pese a estos cambios, Montt reconoció que aún hay temas pendientes, como la preeminencia de la educación pública sobre la privada y una nueva institucionalidad para ella; el monopolio de la profesión docente y una nueva carrera para estos profesionales que les permita ir acorde a los tiempos y sus desafíos y, por último, más y mejor financiamiento.

Sin embargo, esto no resta para nada el mérito de este movimiento estudiantil, que produjo un cambio real y profundo en educación y que pensó en la gente.

Al finalizar, Montt declaró que el sueño en materia de Educación es que ésta sea de calidad para todos y construida por todos, en un proyecto nacional y democrático que permita que la Educación contribuya a la cohesión social y al ejercicio de la plena ciudadanía.

Pero es precisamente en este Gobierno que se produjo el Movimiento Pingüino que, para Montt, fue un movimiento irrepetible en la historia, ya que contó con liderazgos visibles y carismáticos; con la capacidad de instalar una agenda de demandas larga y otra corta y, también, porque se produjo con un gobierno recién asumido que aún se encontraba en marcha blanca.