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José De Gregorio en el CED: “Más que recesión económica, es una crisis de confianza en Europa y del consumo en Estados Unidos”

La situación financiera mundial ha sufrido importantes cambios y turbulencias en los últimos seis meses. Hoy, sabemos que ello es parte de la llamada segunda fase de la crisis financiera subprime, es decir, secuela de la vivida el año 2008. Por estos días ello se expresa en una ralentización del crecimiento en Estados Unidos y en una inestabilidad financiera y fiscal en Europa. Todo esto impacta, como es de esperar, a una economía abierta y dependiente en gran medida de los commodities como la chilena.

¿Cuál es objetivamente la situación mundial? ¿En qué medida se experimentarán estos efectos en Chile?, ¿cuál es la capacidad del país para enfrentar un eventual escenario de recesión mundial?, ¿qué lecciones se aprendieron de la crisis anterior? Estas materias fueron abordadas en la exposición que José de Gregorio, Presidente del Banco Central, realizó en un nuevo encuentro del Diálogo Público Privado del CED.

Sobre el contexto europeo, De Gregorio indicó que la crisis financiera y fiscal tiene un importante componente: La pérdida de confianza. La posibilidad de que Grecia pueda no pagar su deuda soberana y que esta situación se extienda a otras economías que se encuentran débiles, como la irlandesa, portuguesa e incluso a Italia, España y Bélgica, mantiene a las demás economías de la región y del mundo en estado de alerta e incertidumbre. Lo anterior provoca que las economías frenen su crecimiento. Esto genera un círculo vicioso, ya que sin crecimiento, las economías más débiles no tendrán las herramientas para saldar sus deudas.

De Gregorio señaló que las propuestas que se discuten para manejar esta situación incluyen aislar a la economía griega  y  aportar cerca de 3 a 4 millones de Euros. La dificultad de esta medida es que no existe la institución que pueda asumir este costo (ni Banco Central Europeo ni el FMI quieren o pueden hacerlo). Además, aclaró que, independientemente del escenario en estos países puntuales, en Europa se concentra hoy otro foco de preocupación, que es la verdadera cuantía en la que los bancos europeos están expuestos a la deuda griega y, por lo tanto, cuáles podrían ser sus pérdidas reales.

Respecto a Estados Unidos, la autoridad económica señaló que luego de la recesión, esta economía se encuentra sufriendo una delicada situación, pues los hogares han llegado a ella excesivamente endeudados y con tasas de desempleo de lenta recuperación, lo que hace caer el consumo y la inversión. En definitiva, el problema de este país es la ausencia de demanda. Entonces, el problema tiene un origen y posibilidades de solución diametralmente opuesto al europeo. En el caso de esta potencia americana las empresas y bancos se encuentran en situación de solidez, pero al caer la demanda no tienen “a quien vender”, por lo que deben buscar estos clientes en el resto del mundo, o que ha llevado a vender barato, es decir, a “depreciar”.

Sobre los países emergentes, José De Gregorio indicó que la situación mundial los lleva a retrotraerse, a mercadear entre ellos. El problema en este punto es que no se conoce con claridad las condiciones del sistema financiero de China y nadie está en condiciones de afirmar cuán fuerte es. Para este proceso, el escenario ideal sería que China aumentase la demanda, bajando sus niveles de ahorro, contribuyendo así a la reactivación de la economía mundial.

Finalmente, el Presidente del Banco Central se mostró optimista sobre el funcionamiento de la economía chilena. Chile salvó de buena manera y con lecciones aprendidas la crisis del 2008-2009 y, aunque probablemente se verá afectada por la incertidumbre financiera, pues ello se traducirá en caída de los precios de sus commodities y en una desaceleración de su crecimiento, pero no provocará ni una destrucción de su sistema financiero ni una caída significativa de la producción.