Ramiro Mendoza participó en Desayuno del CED

El abogado, Decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Adolfo Ibáñez y ex Contralor de la República, Ramiro Mendoza, expuso en la iniciativa Diálogo Público-Privado el martes 4 de septiembre recién pasado.

En su presentación titulada “Instituciones en crisis: ¿corrupción o probidad? Reflexiones en torno a la Modernización del Estado” delineó su punto de vista sobre la situación político-institucional actual mencionando que estamos en un proceso de tensión y ajustes, pero que no debiera considerárselo como una crisis.

A través de cifras de la OCDE mostró la tendencia a la baja en confianza en los gobiernos salvo países tales como Dinamarca, Canadá, Nueva Zelanda, Suiza, Noruega, entre otros. Éstos debieran ser estudiados para sacar lecciones. Para el ex Contralor la corrupción era un tema que no teníamos a la vista. Como se han conocido nuevos casos, la desconfianza ha aumentado.

Para el abogado es importante ser más simple y frontales en el lenguaje, sea esto sobre sentencias, transparencia, etc. Lenguajes ambiguos, por ejemplo, propician relaciones espurias entre dinero y política.

Mendoza señaló que en las últimas décadas hemos presenciado un cambio en el tipo de Estado. Primero uno de carácter procedimental (orientado a procesos), luego un Estado gerencialista (orientado a resultados, utilización de mecanismos de mercado, transferencia, responsabilización de jerarquías). Finalmente el de hoy debiera ser un Estado de redes relevando el rol de la sociedad civil en diseño, ejecución y evaluación, transparencia y participación ciudadana conociendo el contexto actual de dilución de lo público, donde el ciudadano exige derechos tanto al sector público, como al privado.

Así como en Chile tuvimos un Estado weberiano entre siglo XIX y XX, recurriendo a las transferencias en la década de 1990, las nuevas claves no debieran ser weberianas sino que antroposóficas. Hoy se necesita, a razón del abogado, un Estado con gobernanza, en diálogo con ONGs, organizaciones, comunidades, privados, gremios que tenga como algunos pilares fundamentales: género y sustentabilidad; nueva gestión territorial; transparencia; control creíble; rendición de cuentas (y no solo relatos); participación ciudadana; compliance y probidad; transferencia y externalización.