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Aunque encontremos oposición, debemos realizar cambios audaces

El Presidente de la Cámara de Diputados, Nicolás Monckeberg, visitó el CED para participar como expositor en un encuentro del Programa Diálogo Público Privado de este Centro. El tema que esta vez convocó a un grupo de investigadores, empresarios, dirigentes sindicales  y parlamentarios, fue el “El acuerdo RN-PS en materias laborales”.

La autoridad fue recibida por el Presidente del CED, destacando el valor de su aporte a la política de los acuerdos en pos de alcanzar reformas del sistema político y de la legislación laboral, que permitan normalizar la cosa política, demanda de la ciudadanía en estos últimos años.

Por su parte, el parlamentario destacó, en la misma línea, la importancia que tiene -dentro del “encrispamiento” social que se ve en la calle- que la clase política sea capaz de responder a los cambios y demandas, que sea capaz de hacer lo que se requiere aunque ello sea impopular, en definitiva, que el mundo político dé señales de normalidad.

En este cuadro se enmarca la discusión y búsqueda de acuerdos en materia laboral. Monckeberg indicó que luego de las primeras transformaciones políticas que delineaban una  estrategia macro en el primer gobierno democrático, se fue diluyendo la innovación y audacia de los partidos para abordar las reformas que requería el país.

El tema laboral no fue la excepción, y las relaciones entre las esferas sindicales y gremiales se fueron dando en una lógica de fuertes prejuicios y desconfianzas. Para unos, fortalecer a los sindicatos es sinónimo de debilitamiento de la empresa, en tanto que para los otros, hablar de flexibilidad laboral -por ejemplo- está ligado a la precariedad del empleo. Con ello, lo que se ha conseguido es generar un doble bloqueo para enfrentar el tema trabajo, para adaptar normas y conseguir mejorar la legislación laboral.

Así, los diputados de las bancadas PS y RN, unidos a actores de la DC, han abordado la posibilidad de fundar acuerdos en esta área manteniendo ciertos equilibrios.

De esta forma, se consiguió alcanzar pactos en torno a cuestiones básicas, entre las que destacan:

  • La posibilidad de que sean los mismos sindicatos los que pacten acuerdos en ciertas materias (jornadas de trabajo, remuneraciones, desahucios, etc.) al interior de la empresa. Esto es, la adaptabilidad laboral. Para ello, es indispensable mejorar la calidad y cantidad de sindicatos y dotarlos de las herramientas necesarias para negociar en situación de equilibrio.
  • Fortalecimiento de los sindicatos: el camino para conseguir este cambio es mediante la adhesión automática del trabajador al sindicato de su empresa, situación que se mantendría por un plazo de entre 30 a 45 días, período en el que el empleado debe expresar claramente su voluntad de continuar o no afiliado. Con ello se busca conferir representatividad a los sindicatos.
  • Feriados irrenunciables: este ha sido un tema sensible principalmente para los trabajadores del comercio, pero que afecta igualmente a todos los trabajadores que realicen tareas con un sistema de turnos. La propuesta de los parlamentarios consiste en que  los domingos trabajados sean remunerados con un reajuste del 75% de su sueldo bruto o retribuidos con dos días hábiles dispensados (el trabajador elegiría la opción).
  • Eliminación del abuso de los fueros: pese a que se cree básico contar con fueros sindicales, este acuerdo busca impedir la creación de sindicatos con el mero objetivo de impedir despidos. De esta mera, se aspira a depurar los sindicatos, para que ellos sean de calidad, evitando su instrumentalización.

Finalmente, el diputado Monckeberg señaló que es viable alcanzar estas modificaciones legales, que si bien no responden a todas las demandas de los trabajadores, dan una señal clara de que se va en la dirección correcta. De esta forma, se rompe la tentación de de “no mover ni una pieza” de un sistema que parece funcionar adecuadamente, pero que en el fondo sólo apuesta a que se mantendrá la “pasividad” de un grupo frente a demandas reales, las que, de no atenderse, pueden explotar con una carga de enfrentamiento importante, como ya se ha visto en movilizaciones sociales por otras materias. Por ello, que el llamado es a impulsar proyectos de ley en base a más y mejor diálogo.

Es por esto, señaló, que “estamos (los parlamentarios y clase política)  llamados a ir más allá, a ser innovadores y audaces, sabiendo que vamos a tener oposición de ambos lados… el inmovilismo, el dejar las cosas como están, es una pésima señal para la convivencia y la gobernabilidad”.

Luego de su exposición el Presidente de la Cámara recibió comentarios de los asistentes (entre ellos del diputado Tucapel Jiménez, otro de los artífices de este acuerdo), quienes con diferentes énfasis y mostrando intenciones de que en un futuro se aborden nuevos temas en el área del trabajo, concordaron en el valor de los acuerdos y se mostraron optimistas en que, por primera vez, temas importantes de la agenda laboral puedan convertirse en ley.