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Andrés Velasco en el CED: Entender el cambio social para construir un programa congruente

El precandidato presidencial, Andrés Velasco, expuso en el CED los ejes programáticos que definen las prioridades de su campaña.
Para Velasco, una tarea primordial para elaborar propuestas futuras es analizar el contexto nacional y las transformaciones sociales que explican los logros, anhelos y también las decepciones que hoy se traducen en movimientos que expresan fuertemente el malestar y la indignación. Esa fue la primera cuestión que buscó responder el precandidato para pensar en propuestas que interpreten y den solución a los nuevos requerimientos del país y su gente.


¿Cuáles son las raíces del malestar?

Pese a que durante los últimos veintitrés años el país ha progresado y a que las personas sienten orgullo de lo logrado “por cuenta propia”, existen aspectos de este modelo de desarrollo que no desean, como la desprotección y pérdida de control sobre el devenir de la propia vida.

Estos aspectos abarcan temas tan amplios que van desde las consecuencias que tendrá una crisis internacional, hasta la exposición permanente a la posibilidad de sufrir una enfermedad, accidente laboral o perder el trabajo. A estos factores, se agrega la creciente indignación frente al maltrato y a las diversas fuentes de discriminación que experimentan cada día y cuyo origen puede ser la familia a la que se pertenece; el barrio que se habita o el colegio al que se asiste.
Lo anterior ha sido analizado por expertos quienes lo han traducido en una indignación contra el modelo de sociedad. Según Velasco, la indignación se experimenta por sentirse excluido del modelo de sociedad prevaleciente. Dicha exclusión significa que la promesa de una sociedad con mayor igualdad y sin discriminación no ha sido cumplida, lo que provoca irritación entre las personas que se sienten víctimas de ello.
Lo anterior se expresa en un fenómeno nuevo, sin precedentes en la historia de Chile: el descrédito de gran parte de las instituciones.
Andrés Velasco señaló que entender este problema es básico para identificar los desafíos que se deben asumir para modificar esta realidad. Estos retos, se han convertido en los cinco énfasis de su programa.
Ejes programáticos y propuestas para abordarlos

1.- Derrotar la pobreza y la desigualdad.
La desigualdad es persistente y se vincula a un grupo de chilenos y chilenas que se mantiene excluido, no sólo del mercado laboral, sino de todo beneficio. Este grupo, que representa entre el 10 y 15% de las familias más pobres del país, tiene características comunes: mujeres jefas de hogar; que tienen una cantidad de hijos mayor al promedio nacional. Estos niños no tienen acceso a jardines infantiles o sistema de guarderías y cuando esta mujer logra trabajar, sus ingresos son bajos debido a su escasa o nula calificación y experiencia.
Propuestas: educación preescolar que asegure asistencia y cuidado de los niños y una gestión acorde a las necesidades de una madre trabajadora; programas de capacitación potentes, que dejen de tener como foco principal a las empresas que utilizan los beneficios vía Sence y que se concentre principalmente en quienes no han trabajado nunca o tienen muy poca experiencia laboral, como mujeres y jóvenes; facilitar el trabajo en jornadas parciales, lo que es prácticamente inexistente en Chile (sólo el 6% de los contratos de trabajo responden a esta condición) con lo que se favorecería principalmente a grupo más vulnerable; democratizar el acceso a información sobre oportunidades de trabajo, reemplazando o suplementado las OMIL a través del uso de tecnologías que permita crear una base de datos de ofertas que se hagan públicas mediante sistemas de mensajes, disminuyendo la influencia del “pituto” en la búsqueda de empleos; transitar de un sistema estructural de transferencias a hogares más pobres a uno condicionado a , por ejemplo, la participación en el mercado laboral, a fin de evitar generar una sociedad dual, donde un 15 ó 20% quede de manera permanente bajo la línea de pobreza.


2.- Un nuevo pacto para la clase media.

Esto es entregar mayor seguridad y tranquilidad a la clase media. Este importante grupo de la sociedad chilena ha estado expuesto permanentemente a riesgos como la pérdida de la fuente laboral y a un seguro de desempleo imperfecto; seguros de salud caros y de mala calidad y menores posibilidades de acceso a la educación superior. Para ello, se hace necesario pensar seriamente cómo mejorar la estructura de seguridad social para la clase media, la que debe ser “más segura y más social”.
Propuestas: creación de un plan básico universal de salud con acceso al GES para todos los chilenos, donde el seguro básico esté asegurado por la cotización del 7% y donde el Estado apoye a quienes quedan fuera de él aportando la diferencia faltante y en el cual las isapres sean un seguro complementario para quienes quieran y puedan pagarlo; en educación atender a la creación de un sistema de fijación de tarifas, generando un nuevo sistema de aranceles de referencia, en el que todos alumno que estudie con fondos públicos, sólo deba cancelar ese arancel; crear un seguro que financie el resto del año académico del estudiante cuando el jefe de hogar quede desempleado; crear un sistema similar para los seguros de vivienda y perfeccionar el seguro de cesantía; además, proteger a la clase media de los abusos de las empresas a través del perfeccionamiento de la ley de libre competencia que aumente las multas e incluya penas de cárcel, al igual que mediante el fortalecimiento de las atribuciones fiscalizadoras y sancionatorias del SERNAC.
3.- Estrategia de desarrollo para Chile
Como es sabido, gran parte del crecimiento del país es atribuible al ciclo favorable del precio de los commodities. Ello ha sido fiscalmente preponderante, pero no productivamente favorable. A esto se debe agregar que al ser los recursos más importantes de Chile los mineros y éstos no renovables, el “gran sueldo de Chile” podría llegar a su fin en un mediano plazo.
Por ello es indispensable pasar de una estructura vinculada sólo a los recursos naturales a otra basada en el “más natural de los recursos”, la inteligencia humana. Nada impide ser productor de cobre y por otra parte diversificar las fuentes de producción.
Pospuestas: Promover la asociación y colaboración público-privada; adecuar el sistema educacional a una realidad económica más diversificada, formado técnicos y adaptando el sistema universitario, acortando las carreras y generando un curriculum flexible; utilizar la infraestructura ociosa de los centros de estudios para capacitar y nivelar estudios; aprovechar las oportunidades que ha abierto la inserción de Chile en el mundo, principalmente mediante los tratados de libre comercio (por ejemplo mediante al acceso a las licitaciones públicas de los países con tratados vigentes, a las que pueden acceder y presentarse empresas chilenas).


4.- Mayor y mejor calidad de vida en las ciudades

El 92% de los chilenos viven en centros urbanos. Pero estas ciudades han crecido de manera inorgánica, de forma desordenada y horizontal, expandiendo a dimensiones inhumanas nuestros lugares de vida. Parte del problema se originó con las primeras políticas de vivienda surgidas en democracia, las que respondían a un momento y situación determinada por lo que apuntaban a construir la mayor cantidad de viviendas posibles con los recursos disponibles, a fin de enfrentar el déficit habitacional. Ello generó un modelo de ciudades con cinturones poblacionales alejados y carentes de servicios. Esto es, ciudades segregadas y disgregadas.
Propuestas: mejorar la seguridad en los barrios, perfeccionando el sistema de acceso a la justicia -no sólo penal- y creando una red institucional de apoyo a la integración social que genere oportunidades para los hijos de drogadictos y presos; desarrollar organizaciones deportivas locales, acercando el deporte al barrio y las escuelas, propiciar más espacios para el arte, la cultura y el fomento y protección del ambiente.
5.- Mejor política para los ciudadanos
Según Andrés Velasco, “la lista de cambios que se requiere en este sentido se escribe sola, lo que se necesita es la voluntad política para hacerlos”.
Propuestas: Fin al sistema binominal y a las malas prácticas en política como las decisiones partidarias a nivel de cúpulas, financiamiento transparente de campañas y partidos políticos y el lobby regulado; elección popular de intendentes y consejeros regionales.
Finalmente, Andrés Velasco señaló que los problemas expuestos y la falta de respuesta a ellos van aumentando la brecha entre gobernantes y gobernados y, de esta manera, generando espacios para la demagogia y el populismo.
Este es un serio riesgo y se ha convertido en la enfermedad de América Latina. “Existe un gran peligro en el inmovilismo y en que los partidos se vean desbordados, dando espacios al surgimiento de caudillos, ojalá que esto no llegue a Chile para quedarse”.