Los consensos democráticos hoy por hoy son más necesarios y evidentes que nunca. Igual de necesario y evidente es aprender de las lecciones del proceso constitucional anterior.
Quedando pocos días para concluir la elaboración de la propuesta constitucional, la derecha -y especialmente la extrema derecha- han privilegiado imponer sus ideas haciendo uso de la mayoría que detentan en el Consejo Constitucional. La misma práctica que condenaran hace pocos meses, se ha tornado en su estrategia de hoy. De esta forma han renunciado a ser parte de un gran acuerdo nacional para contar con una nueva Constitución.
La baja participación de los partidos políticos puede explicar la escasa articulación de acuerdos que concitaran un mayor consenso en las propuestas constitucionales que fueron derrotadas hace un año. En esta nueva oportunidad, los partidos han tenido una mayor participación, pero aquellos que detentan la mayoría, han voluntariamente renunciado a la articulación institucional para elaborar un nuevo texto constitucional.
La propuesta de la Comisión Experta representó un trabajo serio, donde todos cedieron en sus propuestas para alcanzar un texto que permitiera construir consensos para que Chile cuente con una nueva Constitución. Así, lo más lógico era continuar esa dinámica en el fondo y forma en el trabajo del Consejo Constitucional.
La evidente necesidad de una nueva y mejor Constitución para Chile debe ser asumida con una gran responsabilidad de nuestro sistema político y el resultado del plebiscito de diciembre no puede ser el triunfo de unos y la derrota de otros. La estrategia de Quico, esa de llevarse la pelota a la casa, puede significar el final del juego y el fin de las confianzas.
Leonardo Castillo, Presidente del directorio.
Claudio Pérez, Director ejecutivo del Centro de Estudios del Desarrollo.
