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La Presidenta Bachelet en el CED: Los sueños del Bicentenario

Por Mauricio Jelvez
Los centros de pensamiento e ideas públicas se diferencian de los partidos y sus comisiones técnicas, en que los primeros están llamados, por definición, a generar un espacio de reflexión que trascienda la coyuntura. Por eso, el Centro de Estudios para el Desarrollo, invitó a la Presidenta Bachelet a exponernos sus sueños del Bicentenario.

La Presidenta nos trazó el norte que mueve y moverá su gobierno. Dos son los ejes: La construcción de un Sistema de Protección Social y de una democracia más inclusiva y participativa.

Sin decirlo, nos instala frente a un proyecto país que supone un punto de inflexión con lo que ha sido la trayectoria normal de la agenda de los gobiernos de la Concertación. Podríamos decir que enfrentamos un cambio paradigmático desde gobiernos llamados a superar las deficiencias sistémicas heredadas del neoliberalismo y la implementación de las reformas esenciales para dotar a Chile de las capacidades para saltar al desarrollo hacia un país que empieza a configurar sus ideas e ideales del desarrollo.

Se trata de entender que el desarrollo es más que el crecimiento económico sostenido para avanzar hacia la construcción de un proyecto que nos habla acerca de qué tipo de sociedad aspiramos y cómo garantizamos una mayor calidad de vida para los chilenos y chilenas en el futuro.

La Presidenta Bachelet al desplegar su visión transmite varias afirmaciones, pero también algunas advertencias.

Para el primer caso, afirma que Chile tras asegurar los derechos civiles y políticos está en condiciones de garantizar derechos sociales; que dar protección social supone no sólo hacernos cargo como sociedad de aquellos ciudadanos en situación de vulnerabilidad ante el fenómeno de la globalización y modernización acelerada, sino que también para generar competencias y capacidades para ampliar las oportunidades para la innovación; que este proyecto se vincula con sus sueños de un Chile más justo, libre y fraterno.

Para el segundo caso, nos advierte que la construcción de un Estado de bienestar moderno es un proyecto que se despliega en un horizonte temporal que trasciende su gobierno; que su modelo no consiste en replicar la experiencia europea, pues reconoce que los cambios estructurales, ocurridos en el último cuarto de siglo a nivel mundial, en la economía y la sociedad hacen inviable este diseño para Chile y también porque conoce la necesidad que tienen los países europeos de hacer ajustes para corregir las distorsiones y dificultades que tienen sus economías para incentivar un mayor crecimiento y una mayor generación de empleo con políticas más amistosas con el mercado. Esto último es especialmente importante, puesto que nuestra historia nos demuestra lo mal que nos va a los chilenos cuando intentamos copiar los modelos externos.

Por último, la Presidente trasmite su convicción que “en este ideario está el cemento de La Concertación”.

…Y tiene toda la razón: mientras en Chile persista la desigualdad y una baja cohesión social, una coalición de centro e izquierda seguirá siendo la mejor opción para superar estás deficiencias, aun cuando entre nosotros existan legítimas diferencias en otros planos.

Por lo demás la propia experiencia europea de pos guerra avala esta tesis. La construcción del Estado de bienestar europeo no obedeció a un modelo único, lo común fue que en todos los casos se sustentó en un gran pacto político y social, pero su aplicación derivó en dos modalidades principales, el modelo continental o democristiano cuyo referente principal es Alemania y el modelo nórdico o socialdemócrata representado por Suecia.

De hecho es tal la densidad y legitimidad de los sistemas de protección social europeos, que aun cuando se haya producido alternancia en el poder, en muchos de estos países entre la opción socialcristiana y socialdemócrata, Bélgica, Holanda y Alemania por citar algunos ejemplos, su pervivencia ha logrado trascender a estos gobiernos.

En consecuencia, Chile puede emprender con más fuerza esta tarea, nuestros éxitos son el punto de partida, necesitamos instalar esta agenda y realizar el ideal de una sociedad igualmente libre para todos.