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Educación Escolar: Origen de las fallas e injusticias de un sistema

Durante la octava sesión del Taller Plataforma Política Opositora 2011-2014, del CED, los investigadores de este Centro, Pedro Montt, ex Subsecretario de Educación y  Andrés Sanfuentes, Master en Economía de la Universidad de Chicago, analizaron la “Propuesta de Reforma a la Educación Secundaria”.

Pedro Montt apuntó a los temas: i) Metas educativas de la década; para el especialista una vez lograda la cobertura y elevados los resultados en diferentes mediciones, éstas deben orientarse a mejorar la calidad del aprendizaje, para lo que es fundamental trabajar en torno a la calidad docente y a la desestamentización de la educación que perpetúa la segregación. ii) Agenda de los escolares; el petitorio de los alumnos está basado sobre las premisas de educación pública de calidad y el rol del Estado, entendido como subsidiario. iii) Acuerdos y desacuerdos; en esta materia el punto de encuentro es  la reforma de la educación pública que asegure su calidad, la gratuidad y la inclusión. En tanto que -más que un desacuerdo es una interrogante- se planteó qué sucederá o cómo se dará la transición entre el sistema municipalizado y a qué estructura se le entregará la tarea de administrar la educación escolar. iv) El lucro; hay acuerdo en que éste afecta la gobernabilidad del sistema, ya que estamentiza y segrega la matrícula.

Pedro Montt finalizó su intervención señalando que hay que cambiar el modelo, pues el actual no es de igual calidad ni da acceso a todos. Además, los padres se ven imposibilitados de ejercer libremente su derecho a elección sobre el tipo y establecimiento educacional al que asistirán sus hijos, pues ello está definido por su capacidad de económica. Por esta razón,  afirmó que  “La calidad de la educación debe depender de lo que la escuela pone en valor, no de la selección de su matrícula”.

Por su parte, Andrés Sanfuentes explicó el porqué se ha puesto énfasis en la crisis de la educación superior, cuando es una realidad que hay una necesidad urgente de inyectar recursos en los niveles preescolar, básico, medio y técnico. El investigador señaló que esta lógica se ha dado ya que las clases medias tiene mayores posibilidades de conseguir que su voz sea escuchada, agregando a la demanda por la reforma universitaria una serie de situaciones complejas que reflejan la sensación de malestar y abuso que experimentan (utilidades de las isapres, de los bancos, las prácticas del retail, etc.).

En esta coyuntura, el petitorio secundario exige una educación pública, en la que las familias reclaman su derecho a recibir educación por parte del Estado, el que a su vez está obligado a brindarla.

Otro tema es el de la gratuidad de la educación. Sanfuentes indicó que aquí se enfrenta el tema del rol subsidiario del Estado y se concierta  con otro: ¿cuál es la obligación del Estado de asegurar que la educación entregada por él tenga una calidad mínima? Difícil escenario, más aún cuando se constata que nuestras normas, legislación y acciones no están concebidas para asegurar que se cumplan con estas condiciones.

El economista además abordó otros temas, como el consenso en la necesidad de poner término a la municipalización pero también en el requisito de no volver a concentrar el funcionamiento y administración de las escuelas en un ente centralizado. Esbozó otros aspectos que determinó como básicos: la crisis de la educación técnica; el problema de la prueba de selección universitaria que, si bien reproduce las desigualdades, al menos permite contar con una medida única para el acceso a la educación superior; y recalcó el problema de la carencia en el ejercicio del derecho a la información relacionado con el sistema educacional.

Anunció que los próximos meses se dará un escenario de competencia por recursos, la que va en desmedro de la inversión en ciencia y tecnología, indispensable para asegurar el desarrollo y bienestar de un país y, también, en contra de la expansión de la cultura en la sociedad. Finalmente, recordó que estos recursos son básicos e indispensable inyectarlos en mayor medida a la educación escolar en todos sus niveles, la que representa el origen del problema del sistema educacional chileno y de la institucionalización de las desigualdades.