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“Para reformar la política hoy es el punto de quiebre”

El décimo encuentro del taller “Plataforma Política Opositora 2010-2014” del CED contó, con la exposición de Carlos Huneeus. El  doctor en Ciencia política, destacado y reconocido por la ciudadanía por su trabajo como Director del Centro de Estudios de la Realidad Contemporánea, CERC, compartió su visión diagnóstica sobre la compleja situación política del país, definió los que a su juicio son los problemas básicos del sistema actual y entregó propuestas sobre los mecanismos y reformas necesarias para perfeccionar la política chilena.

El académico planteó que la situación política actual es muy compleja, se cuenta con mucha información, pero se carece de diagnósticos. En general, se ha centrado el problema en la calidad de la política y de los partidos políticos, pero el problema no se limita sólo a ellos. Vivimos en un momento de paradojas (idea o situación extraña u opuesta a la idea común) ya que pese a que los indicadores muestran un país con buenos índices y en vía recta al desarrollo, la ciudadanía no lo percibe así, ni menos participa de estos éxitos.

Luego de revisar las tendencias que intentan explicar este fenómeno, Huneeus entregó su diagnóstico. Los problemas de la situación actual se fundamentan  en la falta de coherencia entre los logros del país y las percepciones y, más que esto, las reales oportunidades de acceder a ellos. También en los partidos y la política, que han avalado la utilización -por parte de las diferentes administraciones- de la estrategia de legitimación basada en el desempeño económico, lo que promovió una tendencia al continuismo  (de un modelo neoliberal) y la sacralización del empresariado (como únicos sabios capaces de producir riqueza. La Concertación dio demasiadas señales en este sentido). Todos estos elementos hicieron que los gobiernos -de centro e izquierda- se olvidaran de su objetivo de crecimiento con equidad, privilegiando el crecimiento “a secas”. Por otra parte, el experto indicó que otro factor clave en este proceso ha sido el acoso y maltrato a la política, expresado en la privatización de ella, a través de la primacía del trabajo de los asesores, externalización de los servicios, donde la tarea primordial de ella fue mutando al pago por servicios a proveedores.

Sin embargo, esta situación no puede entenderse sólo con estos argumentos, Carlos Huneeus fue enfático al señalar que los partidos llegaron debilitados a la democracia. Entonces, la pregunta que planteó fue ¿Por qué no se hicieron las reformas para fortalecerlos? ¿Cómo se entiende la delgada  línea que divide a un gobierno de izquierda de uno de derecha? Sin lugar a dudas que algunas decisiones tomadas en un momento de transición, tuvieron costos más altos (continuidad de ciertas instituciones y políticas) que los beneficios que produjeron.

Posteriormente, Huneeus hizo un detallado análisis de las características del sistema político- social chileno, resumidas en una baja confianza interpersonal; baja confianza en las instituciones; debilitamiento de los partidos; bajo interés en la política; súper valoración del crecimiento económico por sobre los reales anhelos de la ciudadanía: equidad y  relacionó estas condiciones con los elementos que debe tener el sistema electoral democrático y cómo ellos fallen contribuyendo a mantener las características descritas.

Ello, porque cada elemento evidencia insolvencias: i) dos o más candidatos que aseguren la competencia, ii) availability (disponibilidad o posibilidad de cambio); iii) vulnerabilidad electoral (razonable amenaza de perder, que no existe con el sistema binominal) y iv) la última condición, que no está regulada por la ley electoral y que manifiesta mayores deficiencias, es la existencia de claridad entre los votantes sobre las diferencias entre las posturas de los candidatos (de no existir, la elección será al azar)

En definitiva, al renunciar los gobiernos de la Concertación a valerse  de una política económica diferente a la de la dictadura, al no haber real competencia (por las falencias en estos requisitos mínimos), al olvidarse de la tesis del crecimiento con equidad, sumado a la falta de financiamiento de la política, que copta a los candidatos, la relación y evaluación que hace la ciudadanía sobre la política es negativa.

Carlos Huneeus no se quedó en el análisis y diagnóstico, sino que también realizó propuestas de reforma s políticas básicas para perfeccionar la política, las que a su vez, entregaron esperanzas de que aún se puede retomar la senda de crecimiento con equidad y justicia social, que se olvidó bajo el argumento del “consenso”. Estas son:

  • Reforma al sistema electoral o fin al Binominal. El experto apuntó a la modelación de un sistema proporcional corregido sin pactos. No a la política del terror fruto de la ignorancia de algunos que hablan de un riesgo de fraccionamiento externo
  • Asegurar la competencia electoral. No al consenso (no como posibilidad de llegar a acuerdos, sino como “política de los consensos” que los institucionaliza) que ha sido una fórmula llevada a externos que ha devenido en la colusión y cartelización de la política.
  • Reforma tributaria. Que asuma el tema de la desigualdad (si no tiene este sentido y cndición determinante, no tiene sentido)
  • Reformas económicas para fortalecer las instituciones regulatorias.

Para Carlos Huneeus, hoy estamos en un punto de quiebre, de cambio importante, del fin de una época y no sólo porque la Concertación fue desplazada del poder, sino porque las falencias y deterioros se han hecho evidentes y no dan para más.

“SI queremos vivir con seguridad en el futuro, debemos luchar ahora por las reformas”