Lo que falta en este país es confianza

Durante el último tiempo hemos sido testigos de movilizaciones que muestran a una comunidad comprometida con “lo público”, pero unido a este fenómeno ha surgido otro cuyas consecuencias pueden ser nefastas: El deterioro de la imagen y percepción que se tiene de las instituciones.

Esta situación se inició con una desvalorización de la política y sus actores,  pero también ha alcanzado a la empresa privada, la que por cierto ha colaborado con algunos casos a profundizar esta noción. (confabulación de las  farmacias, La Polar, colusión de los “pollos”, etc.).

Preocupados por las secuelas que este proceso pueda tener para el desarrollo del país y buscando el camino alternativo que permita el desarrollo del país, el CED  invitó a Carlos Eduardo Mena, Abogado de la Universidad Católica, Magister en Ciencia Política de la Universidad de Florencia, Italia y asesor en Chile y el exterior de asociaciones empresariales  en materias de acuerdos públicos – privados, a conversar sobre “Los acuerdos públicos – privados. Una nueva forma de hacer empresa en el siglo XXI”.

El especialista inició su exposición introduciendo sobre el contexto en el que se dan esta relaciones- la necesidad de generar consensos (ética ciudadana); los requerimientos y dilemas que enfrentan los actores de la sociedad civil y los actores públicos (gobernanza democrática y corresponsabilidad) y la metodología de trabajo que debe aplicarse en cada una de las etapas del proceso- para luego abordar el tema desde la perspectiva de los acuerdos públicos-privados y la nueva forma de hacer empresa.

Después de un exhaustivo recorrido por los componentes de esta relación (desde la teoría y la evidencia empírica) y los mecanismos necesarios para generar las confianzas que permitan el sano progreso de alianzas estratégicas, los puntos centrales de este debate -con los que coincidieron los participantes de esta actividad- son: La colaboración pública-privada es un contenido clave para alcanzar el desarrollo del país; se necesita partir con temas acotados; la clave de esta relación se basa en la generación de confianzas; para ello se requiere tener valores compartidos y generar códigos éticos que se traduzcan en comportamientos y conductas; esta forma de trabajo no asegura la resolución de todos los conflictos, pero sí es el la vía para que, en una sociedad global como la de hoy, se respete el estado de derecho, la transparencia y consensos sobre políticas claves.

En definitiva, es el camino para insertarse en un mundo global, así lo han demostrado las experiencias de los países que han tomado el tema en serio y consiguieron traspasar el umbral del desarrollo.

Para Mena, este es un asunto central y debe ponerse como tal a nivel de propuestas políticas de futuro si se aspira a contar con una alternativa real a la  fragmentación  de nuestra sociedad, entendiendo que “lo público no es sólo lo estatal, son los actores reales, todos los que pueden tener percepciones, demandas e intereses en diversos temas”.