Manuel Antonio Garretón en el CED: “Cómo hacer de Chile un país, más que una suma de demandas sectoriales”

El Premio Nacional de de Humanidades y Ciencias Sociales, Manuel Antonio Garretón expuso en el Taller organizado por el CED sobre los “Actuales movimientos sociales en Chile”. El académico abarcó el tema desde la perspectiva de los desafíos políticos e intelectuales que ellos hoy plantean.

Para comprender este fenómeno, sus características y retos, Manuel Antonio Garretón realizó un completo análisis de lo que han sido los movimientos sociales en Chile, revisando cuáles son los rasgos del “patrón clásico” de éstos que, en alguno de sus aspectos, se mantuvieron tanto en el período pre dictadura; dictadura y en el periodo de redemocratización hasta el año 2006.

De este examen, Garretón distinguió dos rasgos: El primero, es la particular relación entre política y acción social, lo que llamó la “imbricación entre lo político y lo social”. El segundo, surgido como consecuencia del primer rasgo, es que más allá de los movimientos sociales propiamente tales, siempre se combinó un reivindicacionismo concreto con una meta relacionada con el movimiento social central. Es decir, todos los movimientos sociales apuntan al desarrollo societal pero siempre expresan reivindicaciones de la gente.

Manuel Antonio Garretón sintetizó estos rasgos en la triada: Imbricación-reivindicación-meta social.
Posteriormente realizó un análisis de las características de los Movimientos Sociales chilenos por períodos históricos -en dictadura; periodo de democratización y periodo 2006-2011- el que terminó en nuestros días, con el quiebre de uno de los rasgos básicos de los movimientos sociales: la relación sociedad-política. Garretón planteó tener la convicción de que ella puede recomponerse, tarea para la que se requiere tener la capacidad de reconocer el momento adecuado que nos permita reproducir un sujeto social capaz de asumir esta tarea.

Manuel Antonio Garretón terminó su intervención señalando: “Hemos llegado al fin de una época sin comenzar otra”. Necesitamos de un sistema de cambio con movilización y con un liderazgo. Sin embargo, la tarea es dura, pues “Chile es hoy más un paisaje que un país”, que requiere de un punto de inflexión que permita “hacer de Chile más un país que una suma de demandas sectoriales”.